Hessel, el profeta de la indignación

Para el escritor y diplomático germano-francés, el nuevo paso de la indignación debe ser compromiso

ANDALUCIA/EXTERIOR

A sus 93 años, Stéphane Hessel no sospechaba que con apenas 30 páginas se iba a prender la mecha que desde el 15 de mayo arde en nuestras calles. Su editorial en ‘Indignados’, prologado en España por José Luis Sampedro (Editorial Destino), lo ha logrado. Dos ancianos han sido los que han hecho reaccionar contra la resignación.

Hessel nació en Berlín en 1907, pero tras la amenaza nazi se convirtió en francés. Durante toda su vida ha defendido los derechos humanos. Es un judío que durante la última década ha luchado por Palestina, porque Israel reconozca a este pueblo como Estado. Ha visitado y denunciado las situaciones de la franja de Cisjordania, gracias a su pasaporte diplomático.

Eric Aeschimann lo llega a definir como «la esencia de la historia». Durante la Segunda Guerra Mundial se unió al general De Gaulle. También fue detenido por la Gestapo, falsificó su identificación. Se escapó de las garras nazis y fue uno de los integrantes de la Resistencia. Tras acabar la liberación de Francia, Hessel fue testigo de excepción de la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Mitterran le concedió el reconocimiento de ‘Embajador de Francia’. Su jubilación no le ha silenciado. Durante los últimos años ha defendido el derecho de los ‘sin papeles’ y los palestinos.

El 15-M es un movimiento sin líder, pero un padre: Hessel. Es verdad que su mensaje no es nuevo. Los valores que este diplomático ensalza (la libertad, igualdad, justicia, legalidad o derechos humanos) están más asumidos por las constituciones que rigen la vida europea. Pero Hessel tuvo el don de la oportunidad. Su libro se publicó en el momento justo. Huérfanos de referentes, los jóvenes comulgaron con el diagnóstico propuesto por Hessel. El avance del neoliberalismo hace temblar los cimientos del Estado del Bienestar. Recordemos que la llegada de Sarkozy al poder ha provocado una serie de recortes sociales en el Estado francés.

El precio, tres euros, fue uno de los grandes aliados de ‘Indignados’.Vendió casi 2 millones de copias en los primeros cuatro meses. Su libro se convirtió en el regalo estrella de las pasadas navidades galas. «Ha venido a substituir a la caja de bombones, y es mucho más original», comenta un joven vendedor de una librería de Mont martre. En España,la cifra ronda el medio millón de ejemplares.

¿De qué habla ‘Indignez-Vous!’? Es una llamada a la reflexión, a la rebeldía y sublevación contra la sumisión y la resignación ante la dictadura de los valores financieros. Este radicalismo no se construye a través de una utopía revolucionaria, sino que el escritor y diplomático francés, prefiere ofrecer esperanza. Durante los últimos 50 años, Europa ha edificado un Estado de Bienestar que con la crisis empieza a desmontarse.

¡Comprometeos!, el nuevo paso tras la indignación. «Es el paso moral que sigue a la indignación. La ira no conduce a ninguna parte, debe haber compromiso», remarca Hessel. A través de una larga conversación con Gilles Vanderpooten, desde los casi setenta años que los separan, Hessel se propone dar a los más jóvenes que él, además de motivos de indignación, medios para la acción. Y lo hace animando a los jóvenes a resistir y reaccionar ante los escándalos que les rodean, porque según Hessel «resistir no supone simplemente reflexionar o describir. Es necesario emprender una acción».

Stéphane Hessel califica de «intolerable» intentar paralizar las instituciones democráticas. El escritor francés ha considerado «intolerable» cualquier intento de paralización de las instituciones de representación democrática, tras el intento de bloqueo del Parlamento catalán este miércoles por cientos de ‘indignados’.

En una declaración remitida por la editorial Destino, ha expresado su más firme rechazo hacia cualquier agresión, coacción, insulto o actitud violenta empleada por «grupos minoritarios» aprovechando la pacífica ola de indignación del 15M. Ha reiterado su apoyo a los miles de ciudadanos españoles que, siempre de manera pacífica, han manifestado su indignación ante «una economía deshumanizada y ante los déficits democráticos» de las sociedades, y han pasado de la indiferencia al compromiso.

Sin embargo, ha calificado de intolerable cualquier intento de paralizar las instituciones y coacción de todo tipo ejercida contra los representantes de la voluntad popular: «Eso nada tiene que ver con la resistencia pacífica ni con la legítima disidencia democrática».

Hessel ha sostenido que no se puede tolerar que «algunos grupos, desde dentro o fuera del movimiento, intenten enturbiar el buen fin y las actitudes mayoritarias» de los ciudadanos que se han movilizado pacíficamente las últimas semanas.

El escritor ha expresado su deseo de que los ‘indignados’ españoles sepan encontrar, con la actitud pacífica y dialogante con la que irrumpieron, su camino para seguir expresando su anhelo de profundización de la democracia, de la libertad de expresión y del respeto por los otros.

Noticia original: Diario La Opinión de Malaga