La IV Concentración de Camiones Ciudad de la Alhambra reúne a más de cien vehículos en Atarfe (Granada)

Los profesionales del transporte tienen una cita de convivencia en Atarfe cada primer fin de semana de septiembre.

ATARFE

Todo comenzó un fin de semana de hace cuatro años con una reunión de amigos.

Transportistas de profesión y entusiastas de los camiones, estos granadinos tuvieron la idea de reunirse con conocidos del gremio que hacía tiempo que no veían y así compartir unos días de anécdotas y diversión.

«El primer año vinieron alrededor de treinta camiones, pero hoy ya hay aquí 90 inscritos y esperamos que lleguen casi 40 más», comentaba Javier Prieto, organizador del evento junto a Raúl Serrano, cuando la jornada de ayer sábado comenzaba a animarse.
Las puertas del recinto ferial de Atarfe se abrieron alrededor de las once de la mañana, aunque algunos llegaron a la ciudad la noche anterior y se acomodaron en los hoteles. El evento se va convirtiendo año tras año en uno de los más esperados para este gran grupo de amigos y profesionales del sector que llegan desde todos los puntos de la península y con sus reservas de alojamiento -gestionadas por la organización que les ofrecía ofertas- han llenado por completo tres hoteles de la localidad.
El día de ayer sirvió para el reencuentro de los camioneros con sus colegas. Muchos de ellos acudieron acompañados de sus familias, pues el fin del evento es la convivencia y en el recinto hay diversión para todos: una zona de barra y música, castillos hinflables y piscina para los más pequeños, toro mecánico…

Más que una profesión
A lo largo de la hilera de camiones dispuestos en batería en el recinto -haciendo que casi se pierda la vista- decenas de asistentes se saludaban estrechando sus brazos con alegría y mostrando las modificaciones que habían hecho a sus vehículos. Algunos vehículos más llamativos que otros, pero cada uno de ellos es el «ojito derecho» de su dueño, independientemente de que lo use para exhibiciones o como medio de trabajo.
Allí encontramos a Tony Castro, camionero originario de Motril pero afincado en Baleares, quien ha acudido a la concentración con su mujer e hija -ellas en avión, él en barco junto a su Scania-. «Mi camión es más que mi presencia y mi profesión» cuenta, orgulloso, cuando muchos curiosos le preguntan por los finos accesorios de acero inoxidable, cuidadosamente elegidos, y los dibujos de fantasía que luce su cabeza tractora: un Ave Fénix, llamas, un castillo… todo realizado por Flora Biosca, especialista en este tipo de pinturas que recorrerán más kilómetros que muchas otras obras de arte.
El programa de actividades se ha ido adaptando a las peticiones de los participantes, cuya inscripción incluye algunos regalos sorpresa que en forma de sorteo ofrecen las compañías patrocinadoras.
Javier opina que «la comida es muy importante» y por ello cada día se ofrece un plato típico y abundante: migas alpujarreñas, carne en salsa y una gran paella.
La organización destaca la romería que transcurrió ayer a partir de las 20:30 horas por las calles de Atarfe, «algo que nadie se debería perder». Pero el momento preferido de muchos es la medianoche del sábado, cuando todos los asistentes se suben a sus camiones para hacerlos rugir, encender las luces y tocar las bocinas con fuerza durante cinco minutos. La señal perfecta para que comenzase la noche de fiesta «hasta que el cuerpo aguante».
Hoy, el evento se cerrará con un discurso de la organización y la entrega de trofeos conmemorativos -no competitivos, porque algunos «se pican»-, explica Javier, al camión más antiguo o al que viene de más lejos, por ejemplo.

Noticia original: Diario Ideal de Granada